A Belén y Manolo, que se han casado en este inicio del otoño de 2012. Felicidades.
Nosotros
Nosotros
Sonrío,
al evocar el día en el que apareciste, así, sin más. Lo recuerdo
como si no hubiera pasado el tiempo.
Y
ahora, míranos, ¿quién nos lo iba a decir?
Entraste
en mi vida sin avisar, y te hiciste con ella. Te convertiste en una
necesidad. Aunque fue una necesidad recíproca, pues yo también me
hice con tu vida.
Hicimos
de nuestra existencia una mutua adicción.
Y,
desde ese momento, empezamos a crear nuestra propia realidad.
Realidad perenne, la que nos empuja hoy a estar aquí.
Pero
cuidado, te digo. Seamos prudentes, pues, en ocasiones, me sorprendo
gastando tus bromas, y haciendo tus tonterías. Y me gusto, pero a la
vez me asusta,
pues
puede llegar el momento en el que no me encuentre.
Seamos,
como las cuerdas de la guitarra, donde cada una tiene su nota, pero
que juntas suenan en armonía.
Por
eso, cariño, te digo, que sepamos convivir, más también conservar
nuestra identidad.
Y
ahora, respóndeme: Qué será de mi, si un día, de repente,
desapareces.
Qué
será, dime, pues tú eres la causa de mi felicidad.
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