miércoles, 17 de octubre de 2012


Engaño


I

Me engañaron, al principio: las miradas furtivas por encima de los libros; el recorrido de tus ojos siguiéndome hasta que me perdía de vista; el nervioso movimiento de tu cuerpo cuando te sabías vigilada.

Me engañaron: las nimias palabras que me dedicabas, que interpretaba erróneamente, pues, ¿para qué ibas a hablarme, si no éramos amigos, si no es porque tenías interés?

Me engañaron: tus sonrisas mirándome a los ojos; tus ojos fijos en mi; la sonoridad del choque de tus labios contra mis mejillas.

Me engañaron, más tarde: que eligieras el asiento de mi lado, y no otro, del anfiteatro; tus invitaciones a café sin motivo; tus manos, jugueteando con cualquier objeto para canalizar la tensión.

Me engañaron: los paseos que compartíamos hasta la esquina, donde cada día nos separábamos, y donde al día siguiente nos reencontraríamos; las conversaciones que seguían en la esquina tras habernos despedido.

Me engañaron, al final: tus deseos de tenerme cerca a deshoras; tus lágrimas, derramadas sobre mis hombros cuando lo necesitabas; y la percepción que hice de la realidad: no ver que simplemente éramos amigos.


II

Y te culpo por ello: por la omisión de explicitud; por el margen que concedías a la interpretación; por la ausencia de negación.

Te culpo: por no haber actuado consecuentemente, y acomodarte en lo que para ti era una amistad; por no haber sido fiel a las normas de la ética y de la moral.


III

Me mataste: cuando tus palabras de hasta pronto, entre lágrimas, prometían traerte de vuelta, y no nos volvimos a ver.

Me mataste: permitiendo que nuestra esquina perdiera la identidad que durante años le dimos, llegando a convertirse en una más del trayecto; tolerando que otra se sentara a mi lado, en tu lugar; y consintiendo que los cafés dejaran de tener razón de ser.

Me mataste: al dejar que fuera el tiempo, y no tú, quien me explicara que yo era prescindible.

Me mataste: con la ausencia de ti.



2 comentarios:

  1. Bravo Enrique.Sigue, inventa, crea, imagina, vive. Además, eres varón, y esto, aún hoy, sigue siendo una ventaja.

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  2. Esto es muy bueno compadre. Realmente bueno. La foto en cambio es una mariconada

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