Rehacerse
Y para salir de la confusión de no saber si
su rutina era lo que él quería, se fue a la estación, y desapareció unos días
entre la gente anónima de la gran ciudad.
Y allí vio cosas y experimentó sensaciones
que había olvidado, conociendo a gente por el placer de conocer, y disfrutando
sin saber qué pasaría después.
Y una vez consideró que había cogido
perspectiva suficiente, decidió volver a la estación a la que había llegado
días antes, y regresar, pero sabiendo que ya nada sería igual. Estaba listo
para reconstruir lo que él ya había construido con sus manos; rompiendo con lo
de siempre; y prometiéndose no dejarse jamás volverse a acomodar en la rutina
destructiva de lo conocido y previsible.