Por qué
Y
es que, ¿qué puedo hacer?
Quizás
no esperabas ansiosamente, como me pasaba a mi, una respuesta.
Y
ahora, ¿qué? Me cansé de escribirte, no hallaba correspondencia.
Y
es extraño, pues siento la necesidad de compartir mis momentos
contigo.
Y
ahora, ¿qué? Sólo me queda consumirme en mi agonía de deseos no
correspondidos.
Y
es extraño, porque apenas no conocemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario