domingo, 13 de octubre de 2013

Rehacerse

Y para salir de la confusión de no saber si su rutina era lo que él quería, se fue a la estación, y desapareció unos días entre la gente anónima de la gran ciudad.

Y allí vio cosas y experimentó sensaciones que había olvidado, conociendo a gente por el placer de conocer, y disfrutando sin saber qué pasaría después.

Y una vez consideró que había cogido perspectiva suficiente, decidió volver a la estación a la que había llegado días antes, y regresar, pero sabiendo que ya nada sería igual. Estaba listo para reconstruir lo que él ya había construido con sus manos; rompiendo con lo de siempre; y prometiéndose no dejarse jamás volverse a acomodar en la rutina destructiva de lo conocido y previsible.

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